Si un inquilino quiere hacer una prórroga del contrato, tiene que notificarlo por escrito al menos dos semanas antes de que finalice el contrato. La prórroga no se aprobará automáticamente ni se implicará, sino que deberá ser confirmada por escrito por el propietario.
La prórroga estará sujeta a una tasa administrativa de 100 euros, y/o a una nueva tasa de agencia.